RESPUESTA

Respuesta

Quiso preguntarle al plomo
la razón de transformarse
en proyectil. Al fin al cabo,
según el arte de la alquimia,
podría convertirse en oro.

Pero no hubo tiempo material
para escuchar la respuesta:
Un agudo dolor le sacudió
justo en el mismo sitio
por donde penetró en su cuerpo.

Y lo entendió en un postrero instante:
Para algunos, el poder está en el miedo.
Y para eso, no hay mejor lenguaje
que el sonido de las balas.