En el origen guardas
atrevidas gaviotas,
el recuerdo salobre
de lienzos de alquitrán
y toallas de colores,
donde se demoraban
los últimos bañistas.
A tus ojos retorna
un monólogo azul.
Desclava las cuadernas
y rompe el equilibrio
de una isla doblegada
a los pies del cemento.
Pernocta en las arenas
sordina gris del llanto.
El ayer amanece.
Desnudos compartimos
el aliento de su melancolía
y apostar por un futuro
que deseamos diferente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario