jueves, 13 de junio de 2024

PINTURA: CARLOS FERREYRA


Artista inquieto, de insaciable curiosidad, Carlos Ferreyra frecuentó todos los temas clásicos de la pintura y hasta incursionó en la abstracción; pero es la figura humana, en particular algunos arquetipos de la tradición y la cultura latinoamericanas y la gente sencilla, donde ha encontrado la inspiración de sus obras más importantes. Nacido en Santa Fe, Argentina en 1937, Ferreyra es un artista autodidacta que a lo largo de su carrera ha desarrollado una prodigiosa técnica para el dibujo a tinta china y la pintura al óleo.


Él mismo relató en una entrevista que aprendió a dibujar “solo, en las eternas tardes santafecinas, con el lápiz de carpintero de mi padre, sobre los papeles blancos que envolvían el pan que se compraba a diario, en la mesa del comedor; siempre con la mirada quieta y asombrada de mi madre que empezaba a entrever que había un camino diferente para su hijo. Sí, no tuve más escuela que yo mismo ni más armas que la imaginación”.


En la serie Milongas de Borges, Ferreyra retrata esas narraciones en escenas de orilleros y malevos; color, movimiento y sentimiento de noches absurdas en bares de mesas deslustradas, con porrones de ginebras y aroma a tabaco. Gestos adustos, pasos firmes, movimientos sensuales de una milonga arrumbada entre los cuerpos de los bailarines. El artista recoge el momento de aquellos días. Y cómo logra expresarlo. Son las raíces de una sociedad, la porteña. De un pueblo. Ferreyra dota a esos personajes de una vitalidad eterna.

No hay comentarios: