miércoles, 27 de enero de 2016

UNA CALLE







Imagina en alguna calle
una placa con mi nombre
o con el tuyo...
Las grandes avenidas
nos vienen grande,
son demasiado concurridas
y ruidosas, mejor dejarlas
para los que han hecho
la Historia con mayúsculas.
Mejor conformarse
con una calle estrecha,
pequeña, simple,
peatonal y cotidiana,
a través de la cual
cualquiera podría pasear
como le diera la gana
sin llamar la atención
incluso después de la muerte.
Al fin y al cabo,
no hay más mérito
en nosotros
que ser conscientes
de algunas cosas
que nadie debería hacer
y sobrevivir en el amor
cuando éste
nos lo ha permitido.
Lo importante de una calle
con tu nombre o el mío
es que fuese
un espacio para todos,
que en ella pudieran
tener refugio
cualquier hombre
o animal en peligro,
que nunca nadie viviese
allí una desgracia
y que si llegase
de cualquier otra parte
después de haber
padecido una,
se sintieran acogidos.






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