miércoles, 25 de noviembre de 2015

DESCRIBIRLO







La imagen del entorno
lavado por la lluvia.
Las nubes poderosas
a las que barre el viento.
Una luna inicial
frágil y amarilla.
Las primeras estrellas
brillando en los ojos.
Los espejos del agua
que procuro no pisar.
El olor de la tierra
en las fosas nasales...
Son cosas como esas
los que voy describiendo
porque me reafirman
en la convicción
de que no es falso
el mundo que me rodea:
es el que me hace sentir
que estoy vivo
y tengo que escribirlo
porque según parece
para eso he nacido.







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