lunes, 26 de octubre de 2015

NO PUEDE SER






No puede ser
que todo sea decepción
sin que la vida nos entregue
algo más a cambio.
Esta riada de desencantos
tiene que terminar un día,
deberíamos romper con los dientes
esta nefasta realidad que nos acosa...
Que lleguen unos y nos besen,
que lleguen otros y nos acunen,
que vuelva la primavera
y lo desborde todo de verdades
en las plazas y las calles
porque es injusto
que las cosas
sucedan de esta manera.
No hemos cometido otro pecado
que el de querer
y confiar en la esperanza
estando sin esperanzas todo el rato.
Este dolor tiene que acabarse
y la vida ha de entregarnos
algo que nos debe
a los que creímos en la justicia,
en la alegría de existir
y andamos por las esquinas
llorando como niños
y lamiéndonos las heridas.





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