domingo, 4 de octubre de 2015

NADA SE REPITE






Nada de lo que existe
se repite dos veces,
ni la luna, ni el amor,
ni la gota de agua
que cae en tu cabeza
cuando llueve.
No se repite tu mirada,
ni los planes aunque
exclames mil conjuros,
levantes altares,
pongas piedra sobre piedra,
afines la garganta
o arranques de raíz
tu último muerto.
Podrás rogarle
a cualquiera de los dioses,
arrastrarte de rodillas
bajo el sol y sobre arena
desde el lugar
donde primero viste el día
hasta el preciso punto
del primer y único milagro,
pero no verás dos veces
el mismo amanecer
porque nada vuelve
y tampoco tú
serás ya el mismo.
Sólo nuestro canto
se repite en los oídos,
recordándonos
todas las veces
en que les imploremos
que ese lugar
a donde fueron los seres
que un día amamos
es un punto y final
del que ni una
sola vez volverán.





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