sábado, 15 de agosto de 2015

THE KID






Ahora que nos azotan
el desempleo y el desamparo
y no tengo más remedio
que vagabundear
por las calles de la ciudad
buscando cosas útiles
entre los escombros
y en las naves industriales
donde crece la maleza,
enfilo la avenida principal
con bombín y zapatos anchos
moviendo con destreza
un bastón con hambre.
Les confieso que no podría
regañar a mi hija
aunque la pillase
tirando piedras
a los cristales de las tiendas.
Y también hubo un tiempo
en que no estábamos
instalados en la miseria,
recuerdo estar sentado
en el sofá de casa
riendo a mandíbula batiente
mientras veía una película
en blanco y negro
que en realidad era
triste, muy triste...

Casi como mi actual vida.





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