sábado, 11 de julio de 2015

MADRE






Realmente no supe
lo que fue perderte
hasta pasados años,
ocurrió como quien abre
un día las manos
y no encuentra
otros dedos desnudos
yacentes en los suyos.
Así mi corazón
se acostumbró al silencio,
al tañer de la nada
frente al tiempo.
Me dolió sobremanera
no verte convertida
en tierna abuela,
me hace daño saber
que tus nietas
no han podido saborear
el amor que les ofrecerías,
la peor de las pérdidas
ocasionadas por la muerte.
Y desde que ocurrió
parezco vivir
con media muerte
dentro del pecho
porque sin ti es
más triste y más amargo
este paisaje imperfecto
de asfaltos y quemazones.








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