viernes, 31 de julio de 2015

EXTERMINIO







Este poema no recurre
al mito del buen salvaje,
pero hace mucho tiempo
caminaba una gente
en estas islas
a las que de golpe empezaron
a sangrarles los cabellos
haciendo frente al horror
de una conquista
donde la existencia fue
hondamente asesinada
y la traición se hizo carne
que abatió miles de vidas
sencillas y felices
que habitaban
una tierra emancipada
sobresaliendo del océano.
Fueron ellos, los que
sabiendo de antemano
que perderían incluso la vida,
asumieron un compromiso
que hablaba de ser libre
y tomaron sus precarias armas,
marcharon por las laderas
de los barrancos
y llenaron de dignidad
la desaparición de una cultura.
Fueron los exterminados
por la ambición de tierras
y el pretexto de la cruz
los que dibujaron pájaros
en las cadenas,
los que lloraron cada vez
que murió un guerrero,
los que elevaron lamentos
por males desconocidos,
los que creyeron
haber sido abandonados
por los espíritus de los ancestros...
Fueron ellos y tal vez,
también fuimos nosotros.









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