Abrirte toda
hasta dejar tu cuerpo
a la merced de mi deseo,
abrirte el tobillo
abrirte el tobillo
con la uña maldita
de mi boca,
la cintura
la cintura
para partirte en cien,
acurrucarme los pedazos
acurrucarme los pedazos
en el cuello
y repartirme las migajas
y repartirme las migajas
que te queden,
abrirte cada puerta
abrirte cada puerta
cada ojo
cada arrecife
cada hondura,
recortar la sed
recortar la sed
de tanto abismo
abrirte los espacios irresueltos
para restaurar
abrirte los espacios irresueltos
para restaurar
las manos y la boca
en ese rincón tuyo
en ese rincón tuyo
pequeño humedal
que florece con mis caricias
hasta reventar
invadido de primaveras
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