Ahora mismo
quisiera deshojar
toda esa desnudez
desgajando subterfugios
hasta descubrir
las auténticas razones
que tu piel expone
al acostarse cubierta
tan sólo con mis ojos
y dejando levitar
esos pechos candentes
que derraman deseo
y suspiros de ternura.
Incluso a veces
quisiera tenerte vestida
pero sólo para inventar
esa desnudez que en ti
tanto me gusta
y que me haces
poco a poco descubrir
cuando se asoma
a la playa que extiende
en tu honor
la arena de mi mirada
en un juego de
soles y espejos
con el sueño
que huye
sobre el mar
que me abriga
dejando sus
olas abiertas
para que pueda
recibir
el cuerpo de
su sirena.
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