Sobrecogerte
entre mis dedos,
reducirte
en el forcejeo
lícito de la guerra
declarada
cuando el deseo
entre mis dedos,
reducirte
en el forcejeo
lícito de la guerra
declarada
cuando el deseo
se hace carne.
Asomarme a tu alma
a través
de mi cuerpo,
someterte
a un interrogatorio
donde sólo esté
a través
de mi cuerpo,
someterte
a un interrogatorio
donde sólo esté
permitido
responder con gemidos,
paralizar
el estremecimiento,
paralizar
el estremecimiento,
llevarte en un
mágico instante
a tiempos pretéritos
donde todo era humedad
obligarte a tirar
las armas
y así, entregada,
hacerte testigolas armas
y así, entregada,
de mi placer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario