lunes, 22 de diciembre de 2014

DE VERDAD TE DIGO






De verdad te digo,
compañero,
que de aquellos días
de luces y bohemias
apenas guardo el
encanto del recuerdo,
una suerte de nostalgia
venida a menos
en un rincón de la memoria
tal vez la sensación
de rotura y cansancio
que a uno le queda
después de haber estado
convencido
de poder cambiar el mundo
sin tener en cuenta
que está poblado
de debilidades humanas.

Es verdad que detrás
de cada frustración
se me siguen apareciendo
las ganas de aplaudir
el intento fugaz
y acaso de tensar
los tendones de la calle
y paliar la sed general
con ojeras de un cálido
y leve tiempo
donde la fe se renueva.

Pero he de confesar,
amigo mío,
que a la sombra
de mis necias imposturas
he descubierto
de golpe el camino llano,
el andar suave
y descuidado
al amparo tan sólo
de unos pies cansados
por obviar oquedades,
ciertas laderas
llenas de edad
y plenas de un amor
que ríe compartido.





No hay comentarios: