jueves, 20 de noviembre de 2014

TE CONOZCO







Te conozco
y por eso te quiero,
pero no para mí,
sino para la vida.

Te quiero
con el sabor del mar
y sus ternuras
en silencio y con fragor
en todas las variantes
de los matices
que genera el arco iris
en la palabra y lo indecible
en la tierra pisamos
y el cielo que deseamos
para todos aquí y ahora.

Te quiero de ida
pero también de vuelta
y a veces es tanto
lo que te quiero
que las dos direcciones
se simultanean
al mismo tiempo
y en idéntico espacio.

Te quiero impredecible
pero también adivinada
en la cocina y el patio
en la rutina y la sorpresa
desnuda o arropada
en el agua y en el barro
poblada de sentimientos.

Te quiero aquí y allá
en todas partes
ganada fructífera
sembrada etérea y carnal
contenida y derramada
ausente y presente
culpable e inocente
siempre inconclusa
nunca determinada.

Te quiero, en fin
para nosotros tres
para nuestra vida 
y para las vidas
de todos los demás
donde también
nos reflejamos.







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