Cuando ardas,
te queme y sufra
ese corazón único
que te mueve,
llámame
para orientarme
y saber cómo
llegar hasta ti,
recorrer el
camino
que en ese
momento
nos separe
con toda la
urgencia
que mis piernas
lo permitan
y ahí donde estés
vaciar mi agua
sobre la hoguera,
extender una
extender una
capa de ternura
por la herida
y calmarla
hasta que pueda
tutelar tus sueños
de mujer generosa
que me permite
gozar la suerte
de vivir a su
lado.
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