domingo, 1 de junio de 2014

VENCER A GOLIAT




¿Y si algún día nos castigan
por celebrar la vuelta
de las golondrinas de Bécquer?
¿Y si llega el momento
en que nos encarcelen
por emocionarnos
con las orillas de Sorolla?
¿Y si nos prohíben silbar
la primavera de Vivaldi?
¿Y si alguna ley nos impide
volvernos a besar en el parque?
La cuestión es que cuando
ya no recordemos a los pájaros
saludando a la primavera
y a los hombres emocionarse
para nada nos servirá la boca. 

Porque de tanto callar

habremos olvidado
cómo hablar, besar o gritar,
por eso me rebelo
ante el siniestro futuro
de esclavitud que nos programan
y enseño a mi retina
a aprender a deleitarse
con cada línea del David
de Miguel Ángel,
para no olvidar jamás
que Goliat puede ser vencido.




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