ALTAR

Aquí es el altar donde te adoro

y sobre el que seré envidia

de los dioses que coronan

los deseos de los hombres.

Aquí no puedes ser más bella

de lo que tu piel demuestra

y tus movimientos forjan

un nuevo génesis de amor.

Cuando tu pecho se yergue,

los sentimientos reverdecen

pues eres como la primavera.

Aquí te transformas en mito

y clavas una feliz mirada

en las pupilas del que te observa,

pasmados los sentidos,

deseando caer contigo

en el infierno de las condenas

que los necios han inventado

contra tu honor de gloria sagrada.

Aquí, en este tendido tálamo

que acoge nuestros cuerpos,

cierras el horizonte de mis ojos
para mostrarte hembra telúrica,

caricias y pasión indefectible

con la que inventar rezos
que posan en el alma un destino

untado de amor e inaplazable.

Aquí es la vida en que te adoro,

lugar donde lo feliz se regenera

y adorarte cada día es mi destino.