domingo, 9 de marzo de 2014

BATIR DE ALAS





En cada mañana
cuando los dioses 
reparten la suerte
del surgir de la jornada
las aves que sostienen
mis sueños de volar
acuden a la ventana
que abren tus ojos
porque comprenden
que merece la pena
establecer allí su nido.
Y desde ese lugar
perfumado de amor
elevo mis vuelos
batiendo las alas
que sujetan el cielo
para que no se derrumbe
sobre la espalda del mundo
lo más bello que posee.







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