El fascismo con su inmensa
lengua de fuego
está de nuevo entre nosotros,
quizás es que nunca se fue
y esperaba el momento propicio
para retornar por todo lo alto
calentando las podridas mentes
de frustrados oligarcas,
de los nostálgicos
de la mano alzada,
de piojosos parlanchines
que sin ningún tipo de pudor
se nos muestran como maestros
de la demagogia populista,
incluso de ilustres buscavidas
sin pudor ni empatía algunos.
El fascismo abrasa patrias,
banderas, desobediencias,
para sacar tajada de la agonía
de los pueblos sometidos.
El fascismo se cuela en la rutina,
podemos ver sus efectos
en Kiev, en Caracas, en Madrid...
Armado con el virus de la violencia
suma odios y resta vidas,
anhela las razones donde los muertos
no tienen nombre ni sepultura.
Ya están aquí las serpientes
que envenenan cuerpos, libros, libertades.
Una vez más regresan
para secuestrar nuestro derecho
a la libertad y la vida:
El enfrentamiento está servido,
no oponerse es abrirle el paso
a las cruces gamadas de hoy en día...
No hay comentarios:
Publicar un comentario