martes, 25 de febrero de 2014

EL SEXO Y LO DIVINO




Asombra pensar
cómo entre las sábanas,
un cuerpo se vuelve varios,
habla lenguas desconocidas,
se agiganta y tornasola.
he ahí la razón de que el sexo
produzca escalofríos:
es un ir a contracorriente
de los egoísmos del mundo,
un asomarse a tierras vírgenes
donde crece el milagro
de la libertad y el goce.
Por eso mismo es lo único
auténticamente sagrado
en que me reconozco,
porque representa
una magnífica posibilidad
de rozar un don divino,
quizás por eso las iglesias
lo desprecian de tal manera
y expresan su desagrado
a que en una ceremonia
de tal sublime naturaleza

los intermediarios sobren.





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