jueves, 5 de diciembre de 2013

LA CULPA



Una cultura atenazada
por estar instituida
sobre una idea de culpa
que tuerce voluntades
y apaga, turba e insufla
los ánimos oportunos:
a la sazón un conflicto,
aquí guardar silencio,
un poco más allá
la laboriosa complacencia.
El pecado original
ha consistido en conseguir
que nos comportemos
como se espera de nosotros,
a partir de ahí se han sucedido
miles de ensayos
para salir de esa dinámica,
con sus correspondientes
reprimenda y represiones.
De esa retorcida manera
se cimentó la culpa
en la conciencia colectiva
quitándole grandeza
a los errores y no dejando
que se transformen con el tiempo
en los mejores aciertos.
La tortuosa idea de pecado
se convirtió en la soga
que colgaba del futuro
y hasta este abismo
donde estamos nos ha traído
sin ningún atisbo de culpa

que moleste a los responsables.




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