miércoles, 9 de octubre de 2013

HABREMOS




Habremos de aprender
a sortear las barricadas
de tanta porquería
creada en las poltronas
y que se amontona
por las calles
de nuestro asombro,
reventar el hedor
que nos ahoga
y asirnos al relámpago
que aún pueda
resplandecer fugaz
en la penumbra
donde todo se esfuma.
Cada día somos menos,
muchos se han visto
obligados a partir
buscando la salida
en el útero imperfecto 
de un espacio lejano,
hastiados, hartos
de cerrar los puños
y perder batallas...
Otros sienten aún
los ojos vaciarse
sobre los espejos
que se desangran
sin encontrar remedio
más allá de alguna
indignación pasajera,
pero por todos ellos,
por nosotros mismos,
hemos de negarnos
a vegetar los silencios
de esta escarcha
para apostar firmemente
por lo que pueda haber
más allá del alba
que hoy nos mira
y no nos reconoce.
Con todo, me niego
a perder la esperanza
y hoy vengo a ofrecer
la fe en el futuro

que albergo en el corazón.




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