miércoles, 25 de septiembre de 2013

SALVAR EL AMOR



Nuestro amor no estará a salvo
si no somos capaces
de salvar primero la mirada.
No será posible alimentarlo
si no lo hacemos extensible
a la sociedad que nos rodea
porque amar de verdad es ver
que se elevan al infinito
la piel y los compromisos,
ver también que a veces
las palabras son estafas
para saber cuándo hay verdad,
ver que hay quien se duele
en la tragedia de los muros
desahuciados de sus casas,
ver que la risa puede ser
la máscara que esconde
unas ganas inmensas de llorar.
Nuestro amor no estará a salvo
si nos volvemos ciegos,
si decidimos caminar
con los párpados zurcidos,
si la desesperación de los demás
no nos abrasa las retinas.
De nada nos servirá el cariño,
del cuerpo a cuerpo y el día a día
si el espanto no para de crecer
invisible a nuestros ojos

y enturbiando nuestra alma.


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