Brindo por todas las veces
en que hemos perdido
las mismas batallas,
porque tal circunstancia
jamás nos detenga,
porque no permitamos
que acabe una jornada
sin haber creído en algo,
sin haber sido felices
aunque sea un poco,
sin haber alimentado
el hambre de nuestros sueños.
Brindo por no dejarnos
vencer por el desaliento,
y no permitirle a nadie
que nos quite el derecho
a expresarnos libremente,
por no dejar de creer
que las ideas y la palabra
pueden cambiar el mundo.
Brindo porque pase lo que pase
no se pudra nuestra esencia
para que seamos siempre
seres llenos de pasión
en el amor y las ideas.
Brindo porque asumimos
que la vida es desierto y oasis
y con experiencias de todo tipo
nos vuelve protagonistas
de nuestra propia historia.
Brindo por no resignarnos
al terrible error del silencio
y que nuestros alaridos de rabia
lleguen a los techos del mundo.
Brindo porque valoramos
la belleza de las cosas simples,
la hermosura de la inteligencia
y la seducción que nos supone
la solidaridad y el respeto
como el mayor de los privilegios
para afrontar la existencia.
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