Hoy que
los plazos
parecen agotarse
y ha acabado
en el cubo de la basura
todo aquello que fuimos
y creímos nuestro,
todavía extraño
lo que hemos perdido
y me reinvento
para encontrar restos
del tesoro desaparecido
por no saber cuidarlo,
maravillas de un tiempo,
en el que no existían
aún las normas
y la vida en libertad
estaba por hacer.
Y mucho me temo
que la reconstrucción
cuando llegue será
tan lenta que a veces
parecerá evaporarse
entre los pliegues
de lo que debimos ser.
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