domingo, 23 de junio de 2013

TU LLEGADA...



Claro que existía el antes
con su memoria de agua
que gateaba en las mejillas
como un beso helado...
Y estaban la garra en los dedos
o la ceniza en los ojos,
terriblemente atenazados
en silencios de días.
O el verde de la esperanza
en amores estériles
que se esfumaban
como volubles ninfas
adormeciendo soledades.

Había en aquella época
una negada transparencia
que cegaba la inocencia
en los espejos.
Y lanzaba piedras al viento
como plumas de gaviota
que humedecen la conciencia
y se esfuerzan por volar lejos.
Era la hora de mojar los sueños
con gotitas de infancia
lloviznando desnuda,
sobre el rubor translucido
de un parque sin dueño.

Pero extendiste la mano,
ahí, sobre el lugar
donde los párpados se secan
y obró el milagro de la sonrisa,
con su realidad de pupilas
siempre abiertas…
Y todo pasó y explotó de prisa,
la sangre en el vaso,
el agua en las venas,
como un murmullo de lava
que emerge y nos quema
hasta cargarnos de razones

para sentir la vida.


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