domingo, 16 de junio de 2013

ARTE


El concepto de arte
ha de ser lo opuesto
al del consumo,
por más que tengamos
que pagar por acceder
a esa experiencia
y por más que esas obras
por las que uno paga
circulen en un mercado.
Si comprar un bañador
para lucirlo en la playa
o una cerveza bien fría
para combatir el calor
es consumir,
no se puede realmente decir
que uno está consumiendo
cuando lee un poema,
asiste a un concierto
o ve una película
(al menos ciertos poemas,
determinados conciertos
y algunas películas).
Si así fuera sería
como consumir en el amor
a la persona amada,
o consumir al amigo

en una relación de amistad.


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