No es procedente la
impunidad,
la represión, la
ley injusta,
las reformas
porque sí,
la información
intoxicada,
el saqueo, el
cinismo,
la cruz clavada
en el estado,
los mercenarios
que pasan por ilustrados,
los bien pagados...
No es procedente
la violencia,
la pérdida de
soberanía,
los discursos
realizados
desde parlamentos
desahuciados,
la miseria
tocando en las puertas,
la infancia sin
letra,
la juventud sin
porvenir,
la enfermedad que
pasa cuenta,
la cultura de
balde y sin conciencia...
No es precedente
el miedo
a perderlo todo,
una pobreza tan
peregrina
que ya sólo puede
salir a la calle
a gritarle a los
culpables,
a los delirantes
ideólogos
de una crisis
inventada trazada
a conveniencia de
los mercados...
Porque no es
suficiente
aullar sus
nombres a contraviento
de humo y golpes
a mansalva,
porque tienen
prevista la rabia
y siguen adelante
a toda prisa
soltando un poco
las cadenas
para luego
renovarlas con otras
más nuevas y
sofisticadas...
Se trata de que
nuca sea suficiente,
ese es el
verdadero desafío...
Hasta la victoria
siempre.
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