MUJER

Mujer: Definitivamente

me ofrendo al cuerpo tuyo

entregado a mí abrazo

pues es la realidad del bien

que se manifiesta en el mundo

que construimos día a día.

Me hace sentir la vida

con magnífica exaltación
mirando como tus ojos
acuáticos se estremecen

e impregnan el aire de ternura.
Y en ningún tiempo una manta

fue más cálida y cercana
y jamás fue más sencilla
la dicha en dos corazones.
Nos hemos recompuesto en uno
y haciendo realidad el sueño,
preparamos un largo viaje
en el que llevamos con nosotros

las alforjas cargadas

con los víveres del amor
para muchos años todavía.

Sin pedirle apoyo a la suerte

porque ya nos la hemos

fabricado nosotros mismos,
quizás por eso nos ganamos

el derecho a ser felices

en esta espléndida aventura.

Cerca graznarán las gaviotas,
las velas de los barcos

se desplegarán sin perder

de vista nuestro horizonte
y las nubes volarán alto
jugando con el viento

que sopla en la misma dirección

hacia la que nos dirigimos.
Y mientras todo eso ocurre

yo sólo pido que en tu corazón,
se pueda estremecer siempre

el fragmento de la vida
que en pareja compartimos.