Han deshecho en mil pedazos
lo que habíamos fabricado
desde la convicción popular,
con anhelos de un futuro
construido pacientemente
en el esfuerzo de cada día.
Desde el Poder Legislativo
han arrasado con todo
hasta convertir en un inmenso
lodazal este trozo del mundo
que recibieron para administrarlo.
Llenan de oprobio la vida pública,
ni el más pesimista de los agoreros
pudo llegar a imaginar
que el desastre causado sería
tan inmensamente hondo,
tan descorazonadamente profundo.
Han medrado, mentido, robado,
envilecido el bien común
hasta límites intolerables...
Y no renunciarán al cargo
aún sabiendo que hay ciudadanos
mil veces mejores que ellos
pasando hambre y frío,
expulsados del trabajo o del hogar,
sin cobertura médica
o quitándose la vida a causa
de la desesperación que siembran
mientras se llenan los bolsillos
con las monedas de plata
recolectadas con su traición.
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