Las palabras tienen alas,
pueden deslizarse por el aire
como mariposas
y en un descuido
metérsenos muy adentro
para regalar esa sensación
tan especial con que acarician
a los enamorados.
Las palabras pueden
llevarnos consigo
a donde quieran,
transportarnos
a un mundo diferente,
dejarnos temblando
como las fuerzas de la naturaleza
cuando sacuden la Tierra
en movimientos telúricos
hasta dejarla sin aliento.
Las palabras consiguen
llegar hasta el último rincón
secreto de nuestra alma
para transformar la vida
con la magia que atesoran.
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