Luminosa, en calma
y en silencio...
Al fondo lucen
el mar y el cielo
en su esplendor azul,
tras la ventana
donde una muchacha
asoma su forma
inventando nostalgias
en un verano
que insinúa su final
de agostero
pálpito de nubes...
Quizás
un anónimo deseo
le urja en el alma
mientras contempla
como la luz
de transparencia
que cabecea el presente
le está despidiendo
con lentitud de mar
que gratifica el goce
de colores inéditos
vibrando en la mirada...
La imagen llega
como un símbolo de paz
donde canta el pintor
una escena
visible y verdadera
que cede a la vida
y se convierte
por mor de su paleta
en ternura y arte,
deslumbradora, en paz
y en silencio.
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