viernes, 27 de julio de 2012

ALEGRÍA



Ráscame el cielo
de los labios
con la daga de un beso
y repiquemos la memoria
del néctar apasionado
que nos va suceder
siempre que recordemos
que nos extrañamos
aunque estemos juntos...

De esa manera
quiero mantener vivo
el fuego que te convierta
en amor inquebrantable
para no extraviarnos
en el mar de las almas
vagabundas,
para que no se dividan
nuestros rumbos
para que ni una
de las muertes nos separe
y así renacer en tus ojos
porque sobre mí
de amor jubiloso lloraste.

Celebra que nos amamos,
derrama tus lágrimas
pero de alegría,
llora un diluvio de ternura,
vacía tu alma y abrázame
hasta que calmes
tus dudas sobre el mundo
y no quede de ti
ninguna parte frágil.

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