en lugares improbables,
negarme a que exista
la posibilidad de no verla
en cada rincón
por el que mi vida vague...
Soñar cual protagonista
del deseo inaplazable,
presencia turgente
que se asoma en cada plano.
Soñar con ella como piel
que muestra generosa
su espléndida desnudez
y la reparte
entre la retina fascinada
y los dedos temerosos
de rozar una ausencia.
Es simplemente ella:
mi compañera,
mi alegría de hombre,
hendidura, perfil,
voz
que habla
garganta adentro,
luna que atrae
el deseo y lo ahueca
en su órbita encendida.
1 comentario:
Como siempre... bellísimo!
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