Congregar poesía
convocando los alientos
que se agitan en las calles
porque todavía signifiquen algo
y ayuden a traspasar
la barrera de la desesperanza.
Retomarla desde la óptica
de la rebeldía más fiera
y contra el adónde inexorable
hacia el que nos empujan
los que oprimen sin piedad
la dignidad secuestrada.
Lanzarla al viento
y estremecer las ideas solidarias,
aliadas en palabras
hechas de tinta y desgarramiento
que la lectura resucita.
Recuperar la voz
de los que han sido acallados
y desde su eco desplegar
una y otra vez mi verdad
en el anhelo de que sea compartida.
Salvarla del naufragio
en los atardeceres de la memoria,
de la neblina necia
a que nos vemos sometidos,
de la siempre triste noche
donde la libertad se dilapida,
de las mentes y los despachos
donde nos roban los derechos
tan duramente conquistados
convocando los alientos
que se agitan en las calles
porque todavía signifiquen algo
y ayuden a traspasar
la barrera de la desesperanza.
Retomarla desde la óptica
de la rebeldía más fiera
y contra el adónde inexorable
hacia el que nos empujan
los que oprimen sin piedad
la dignidad secuestrada.
Lanzarla al viento
y estremecer las ideas solidarias,
aliadas en palabras
hechas de tinta y desgarramiento
que la lectura resucita.
Recuperar la voz
de los que han sido acallados
y desde su eco desplegar
una y otra vez mi verdad
en el anhelo de que sea compartida.
Salvarla del naufragio
en los atardeceres de la memoria,
de la neblina necia
a que nos vemos sometidos,
de la siempre triste noche
donde la libertad se dilapida,
de las mentes y los despachos
donde nos roban los derechos
tan duramente conquistados
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