se han concretado
en el libro
que pensamos,
te sigo mirando
y me atrevo a concebir
que este final pueda ser
tan sólo el principio
de algo
que aún
ni tú ni yo hemos escrito.
Tal vez sólo sea
una osadía por mi parte,
pero contigo no sólo
fueron poemas a raudales,
se fue creando también
un sentir cómplice
que nos ha traído ratos
donde la mutua compañía
hizo añicos el tiempo
y quién sabe, quizás
pueda crear un espacio
donde el corazón
se sienta como en casa.
Quizás consigamos también
encender los relojes,
plantar almas de seda
que nos libren del pasado
y obtener unas gotitas
de sentimiento y ternura
que laven las cenizas
de las hogueras pretéritas
y nos siembren de flores
el porvenir y las sienes.
2 comentarios:
Siempre que te leo, siento la frescura de alguien que cree en la vida y tiene ganas de cambiar la indolencia por la acitud activa y dispuesta al entendimiento y a compartir... positiva .. sensible al dolor ajeno,combativa en la injusticia, y desbordándote hacia los que amas,y más allá , hacia los que percibes con problemas.. Hay una sensación de planta que germina en cada uno de tus escritos que me hace sonreir y creer que nada está perdido.
Un abrazo.
Siempre que te leo, siento la frescura de alguien que cree en la vida y tiene ganas de cambiar la indolencia por la acitud activa y dispuesta al entendimiento y a compartir... positiva .. sensible al dolor ajeno,combativa en la injusticia, y desbordándote hacia los que amas,y más allá , hacia los que percibes con problemas.. Hay una sensación de planta que germina en cada uno de tus escritos que me hace sonreir y creer que nada está perdido.
Un abrazo.
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