Un nuevo
día
se
respira en el aire
de otro
amanecer
donde en la inmolación
donde en la inmolación
de los
sueños
yace la esperanza
yace la esperanza
de
despertar contigo.
Se hace
extraño
ese
buenos días
donde
mis ojos
no
pueden encontrarse
con los
tuyos.
En la
oscuridad,
el deseo
nos castiga
con el
destierro
de palpar
el amor
y las
sombras
llenan
el vacío
donde no
constan
los
abrazos desnudos
para que
la piel
se
extasíe de senos
palpitantes
y se
empape
con una
mujer
seducida
hasta la última
extenuación
de la
dicha de amar.
Por eso
esta noche,
al abrazarme
de nuevo
la inconsciencia,
pienso
dejar
el alma
abierta
para que
puedas
colarte en
mis sueños
y se
cumpla el destino
de
amarte como mereces.
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