sábado, 24 de marzo de 2012

INVITACIÓN

Ir a un lugar cualquiera,
no importa la distancia,
porque al descubrirlo
se nos quedará dentro.
Por única característica,
la capacidad de hacer
que se desvanezcan
los problemas cotidianos
para recuperar la sonrisa
y el brillo en los ojos.
Vamos, haz las maletas,
mete dentro algo de ropa
y unas cuantas ilusiones,
no importa lo que tardes,
yo te espero.
¿Qué podemos perder?
Demos un nuevo paso,
un enésimo esfuerzo
para descubrir ese motivo
que ha de quedar grabado
siempre en los recuerdos.
Tengamos un lugar donde volver,
ese París nuestro
que se encuentra en cualquier
lugar al que vayamos.
No importan ni el cómo,
ni el cuándo ni el dónde,
sólo valen el quién y el por qué.
Junto al primer rayo de sol
de la primavera,
que desaparezcan los temores
y las preocupaciones.
Sin pensar en nada más,
dejando atrás todo lo que ahora
parece interminable,
podríamos irnos y compartir
lo que siempre sería París.
De hecho ya casi estoy allí
y te espero para compartirlo.

No hay comentarios: