Qué más da quiénes somos
o por qué las cosas
son como son.
Que los entendidos
se ocupen del tema
que para eso les pagan,
yo no me entiendo
a veces ni a mismo.
Los demás
deberíamos limitarnos
a no hacerles
ni puñetero caso
cuando dictan resoluciones
que pretendan velar
por nuestro bienestar,
Tendríamos que realizar
un esfuerzo para tener
un sentido de equilibrio
en la balanza,
y ponernos el abrigo
antes de salir
cuando el frío aprieta.
¿Y la verdad?,
Pues ni idea sobre dónde
tiene su sede la empresa,
para qué diablos sirve,
quiénes forman
el Consejo de Administración,
cuándo fueron elegidos
y por qué diablos
hemos de obedecer
cuando nos señalan
el norte hacia dónde
dirigir nuestra mirada.
Y es que además
puedo asegurar
que me importa un pimiento
a cuanto cotizan sus acciones.
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