sábado, 14 de enero de 2012

LA LLAMA



No concibo cómo se atreven
a calificar esa llama
con los términos del pecado,
pues el fuego
en el corazón de una mujer
es lo más bello
que habrían creado los dioses
si es que existieran.
Ese cuerpo cuando arde
es una antorcha
alumbrando los espantos
que la razón humana
construye en las tinieblas.
Hay que entender
el mensaje que entraña
cuando se enciende
de pasión el alma femenina,
apreciar su centro ardiente,
saber abrirlo y propagar
el gozo de la lava
para pasmarse
con las maravillas que funde.
No importa de qué caderas
estemos hablando,
que pechos reten a nuestros ojos
o la materia echa piel
que decida quemarse
en la pira del deseo de un hombre.
No es pecado ser mujer
y demostrar que es libre
para prender con su cuerpo
la llama que le venga en gana.

1 comentario:

Montserrat dijo...

Elogio a la llama...