jueves, 24 de noviembre de 2011

A TOTOYO MILLARES



Lo acaricias con la sutileza
de la madre que acuna
a su bebé recién nacido.
Es como si formase parte
de tu propia naturaleza
y quizás por eso mismo
lo convertiste en leyenda
sin pensar que ese proceso
tendría dos direcciones
y también pasaría contigo
a pesar de tus esfuerzos
por existir entre las sombras
y renegar del primer plano.
El timple estará siempre
asociado a tu persona,
un sonido que nos remite
a la raíz de lo que somos,
en el ideal que identifica
el corazón de cada isleño.
Maestro de maestros,
creaste desde el anonimato
una estirpe de timplistas
que han seguido tu estela
hasta acabar convirtiendo
algo tan diminuto y humilde
en parte fundamental
de la esencia de estas islas.
Por algo tan grande
te escribo este poema,
por esa sencilla razón
de humildad en la grandeza
te estamos agradecidos.

2 comentarios:

© José A. Socorro-Noray dijo...

Sentido homenaje a otro Grande de la familia Millares: el Maestro Totoyo Millares. Canarias continúa en deuda con esta familia que, a pesar de ser grandes artistas e intelectuales, siempre han sido ciudadanos de a pie que han ido dejando huella en la cultura canaria. Parece mentira que todavía Manolo no tenga su Museo en estas islas.

Un abrazo.

Pacogor dijo...

Absolutamente de acuerdo, amigo...