jueves, 13 de octubre de 2011

BANQUEROS...


Para empezar, seamos directos y muy claros: Las escandalosas, indecentes, inmorales, obscenas, groseras e impúdicas indemnizaciones que están pagando algunas cajas de ahorro españolas a los altos ejecutivos que las han quebrado son un insulto al sentido común y al resto de los ciudadanos, a los que las autoridades económicas no dejan de pedir sacrificios sin fin. Veamos algunos casos para conocer medianamente de lo que hablamos: 

José Luis Pego, director general de Novacaixagalicia, se ha prejubilado a los 54 años  con una indemnización de 10,8 millones de euros. Ni jubilación a los 67, ni por supuesto nada de 20 días por año trabajado, a saber  cuáles habrán sido los cálculos para obtener semejante cifra. Y su compañero Javier García Paredes (prejubilado a los 51) se ha embolsado 3,5 millones. Todos ellos eran gestores de una entidad quebrada que el Estado se ha tenido que quedar a costa de inyectar miles de millones de euros para mantenerla viva ¡Y no parece que vaya a pasar nada!

Podríamos comentar también lo ocurrido en torno a la intervenida Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), donde su directora general, María Dolores Amorós, ha sido despedida por ‘buscar el beneficio propio, falsear las cuentas y realizar una gestión deficiente’, pese a lo cual se ha ido a su casa con una pensión vitalicia de 370.000 euros al año. Los nuevos gestores de la CAM nombrados por el Banco de España dicen que lo van a impedir, pero la susodicha tiene la cara dura de comentar que recurrirá a los tribunales para, asómbrense,  ¡pedir justicia!

Los políticos se limitan a calificar de indecente lo ocurrido y prometen que van a poner medios para que no vuelva a ocurrir, pero esa tonadilla la conocemos de sobra y ya nadie se la cree. Por otra parte, el gobernador del Banco de España- Miguel Ángel Fernández Ordóñez- mira para otro lado, como si la cosa no fuera con él ni fuese suya la responsabilidad de supervisar a las entidades financieras. Él, que tantas lecciones de exigencia de austeridad gusta de impartir en sus apariciones públicas...

Así que me temo que pasarán los días y a este escándalo lo tapará otro, vendrán más sinvergüenzas que superarán a sus predecesores, y seguirá sin pasar nada. Los prejubilados de oro dicen que la pasta que se llevan a casa es legal porque así lo establecen sus contratos blindados y las pensiones multimillonarias autorizadas por los consejos de administración de sus entidades, en los que están, no lo olvidemos, representadas comunidades autónomas, ayuntamientos y sindicatos.

Mientras tanto, cajas y bancos suben las comisiones que nos cobran por una tarjeta de crédito o de débito (que les reportan ingresos cada vez que las usamos para nuestras compras), por el mantenimiento de nuestra cuenta corriente (les dejamos nuestro dinero y encima tenemos que pagarles), por hacer una transferencia, ingresar un talón, pedir moneda extranjera y por cada carta que te envían a casa. Hemos asumido que las cosas son así y aceptamos con docilidad y resignación la terrible usura con la que nos acosan.
Si los responsables de controlar tanto desmán lo permiten, tendremos que ser los clientes los que tomemos las riendas. Por ejemplo, sacando nuestro dinero de aquellas cajas intervenidas y nacionalizadas por la codicia e incompetencia de sus gestores, a los que no se les reclaman responsabilidades y se les asegura un retiro dorado.  Tal vez así se enteren de que el dinero es nuestro y no suyo. Si don Miguel Ángel Fernández Ordóñez, a quien se le seca la boca de tanto pedir una reforma laboral en profundidad que nos castigaría aún más de lo que ya estamos económica y socialmente hablando, hubiese ejercido de supervisor como es su obligación, esto no habría ocurrido. A él y a todos los banqueros sinvergüenzas habría que exigirles responsabilidades, incluso penales, por el agujero que han hecho en las arcas del Estado a costa de los contribuyentes... Pero todos forman parte de un mismo círculo de intereses políticos, económicos y de poder íntimamente interconectado. A estas alturas, pedirles lo imposible solamente nos llevará a soportar altas cotas de frustración.

A algunos bancos es posible que sí, pero a los banqueros no les afecta la crisis, es más, les hace ganar dinero. Lo contrario que a los 95.817 nuevos parados del pasado mes de septiembre, el incremento más alto en este mes de los últimos 15 años. ¿Es esta acaso la luz al final del túnel de la que habla el Gobierno y promete la oposición? 

3 comentarios:

laindefensiónaprendida dijo...

Me parece perfecto tu artículo.Muy bueno.
Yo he expuesto el tema desde distintos puntos de vista en mi blog:

laindefesionaprendida.blogspot.com

21-5-2011 "Y limpiemos nuestra propia mierda"

25-5-2011 "Un héroe"

11-6-2011 "Pollo a la concejala"

14-6-2011 "Esta sí es jubilación"

23-6-2011 "El gran chantaje"

20-7-2011 "La gallina (de verdad) los huevos de oro"

Espero que te interese. Y, si no estamos de acuerdo en todo, intercambiamos opinión.

Un saludo

laindefensiónaprendida dijo...

laindefensionaprendida.blogspot.com

que faltaba una "n".

laindefensiónaprendida dijo...

¡Ah! se me olvidaba la última entrada sobre economía la he titulado:

"Euro...visión".

Saludos a todos