miércoles, 13 de julio de 2011

CANSANCIO



Es una pared larga, blanca,
lisa y suave al tacto,
interrumpida sólo por la puerta
que da a la escalera,
una pared perfecta en sus dimensiones
como supongo han de ser las paredes
porque de esa cuestión entiendo poco...
Más allá está el balcón
un hueco que mira curioso al mundo,
un balcón perfecto en sus dimensiones
como supongo han de ser los balcones
porque de ese tema entiendo aún menos.
Lo llaman piso y es un limitado espacio
con salón-cocina, baño y dormitorio.
Dentro están los distintos objetos:
la mesa, la nevera, el televisor,
las estanterías con los libros,
el sofá, el armario, la ducha,
el portátil sobre el escritorio,
la cama revuelta y falta de sexo...
En la nevera algunos refrescos, fruta,
y los ingredientes de una comida
que posiblemente nunca haré
sumido en el cansancio de las cosas,
de los objetos, de lo que me rodea,
un cansancio que abotarga
la destreza de hacer algo como ha de hacerse .
Camino por este diminuto territorio
que es mi hogar, miro larga
y detenidamente cada una de las cosas
y presiento que usar el verbo llenar
no es arbitrario porque las cosas llenan
los huecos de las paredes, la visión del balcón,
la superficie de las mesas, los estantes de las cocinas
y sencillamente me siento hoy tan cansado
de las cosas, las paredes, los balcones
las mesas, la cama y de una ausencia...
Y me canso también de los muchos mundos
que mueren todos los días
ante las cosas y ante nosotros.

2 comentarios:

Mª Jose dijo...

Ojalá esa ausencia se llene pronto... será todo menos rutina.


Un abrazo. <3

Antoniatenea dijo...

Nos has hecho sentir tu cansancio , hay días en que uno necesita volar fuera de todos esos objetos . Las ausencias habitan mucho más ese apartamento que lo que ocupan todos esos objetos y se pueden hacer omnipresentes y llegar a expulsar todo lo demás. Un abrazo