Quererte
dándole un sentido,
como por ejemplo
para ofrecerte
una posibilidad
de ser feliz a mi lado,
porque el amor por sí solo
nada significa.
En cuanto a mí respecta,
valoro tu libertad
y que ejerciendo
ese fundamental derecho
estés conmigo.
Te quiero
de la única manera
que entiendo:
lejos de cualquier trampa,
con los silencios justos,
alguna palabra ineludible,
generosidad en las caricias
y la voluntad de respeto
que tu dignidad merece.
Si así no fuera,
preferiría no quererte.
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