La liquidación
de las libertades individuales
no sólo se hace efectiva
a través de las jerarquías
establecidas dentro
de los grandes estamentos.
Si nos paramos a observar
en nuestro entorno
más cercano
-laboral, ciudadano, de pareja-
encontraremos
actitudes de intolerancia
que van adquiriendo
cada vez más fácilmente
carta de normalidad.
En el devenir
de nuestro respectivo día a día
hemos de soportar talantes
autócratas y absolutistas...
los aceptamos o justificamos,
los ocultamos y acatamos
sin considerar que esas,
en apariencia mínimas acciones,
constituyen el germen
de una sociedad enraizada
en los microfascismos.
2 comentarios:
Cierto.
Pues si, creo de verdad que ese es el germen , las actitudes intolerantes en la persona, intentando que el otro viva, hable..sienta y haga exactamente nos parece que debe hacer según nuestro esquema , ese es un germen de fascismos más venenosos pero aun me parece de peor estilo, ser capaz de aguanttar eso sin indignarse o rebelarse.
Muy buen escrito, Paco.
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