martes, 7 de junio de 2011

MARIO CONDE EN LA FERIA DEL LIBRO



Leo que Mario Conde firma ejemplares de sus libros con gran éxito. Incluso contemplo una imagen del acontecimiento. Lo curioso es que no lo hace encapuchado, disfrazado de lagarterana o en la biblioteca de Alcalá Meco. Mario Conde está firmando a pecho descubierto y pelo engominado en la Feria del Libro de Madrid, un templo de la cultura en el que seguramente habrá coincidido con auténticos escritores, estudiosos e intelectuales. ¿Habrán asistido al evento otros condenados de guante blanco y traje negro como este ex banquero engominado, ya en libertad? En ese caso, ¿cuál habrá sido el libro elegido? ¿Y cuál la dedicatoria de Conde?

Martínez Roca, la editorial, anunció previamente que los tres títulos que firmaría el financiero corrupto son “Memorias de un preso”, “El sistema” y “Los días de gloria”. Modestamente, si me hubiese enterado antes habría propuesto un orden de lectura diferente, que podría parecer cronológico y facilitaría el disfrute de la obra: “Los días de gloria” (doctor honoris causa por la Universidad Complutense en un acto presidido por el Rey), “El sistema” (agujero patrimonial en el Banesto de alrededor de 450.000 millones de pesetas, unos 2.704 millones de euros) y “Memorias de un preso” (seis años de prisión por apropiación indebida y falsedad de documento mercantil, 14 años por delitos de estafa y apropiación indebida…).

En un mundo no ya perfecto, sino simplemente informado y civilizado, Mario Conde debería sentirse incómodo en contacto con la gente. No ha devuelto el dinero y tampoco ha dado muestras de arrepentimiento, puesto que por lo que se ve sigue subido al carro del engreimiento que ha exhibido toda su vida… Otro en su lugar se metería en alguna especie de cueva virtual para alimentar su lado místico e intentar pasar desapercibido el resto de sus días. Pero con este personaje nada más lejos de la realidad. A años luz de ese prudente aislamiento, sin duda consciente de que no será abucheado por las calles, nuestro hombre se atreve a dictar doctrina desde “El gato al agua” (en el ultraderechista canal de televisión de Intereconomía) o a escribir dedicatorias en la Feria del Libro. Y ya que estamos en ello, no estaría de más saber quién habrá sido ‘el negro’ que ha escrito realmente esos libros. Resulta sumamente curioso que se condene radicalmente el plagio mientras que a nadie parece importarle que estrellitas famosas a los que les tienta la vena cultural sigan utilizando a un tercero para escribir lo que ellos luego firman sin ningún complejo.

La presencia de un tipo como Mario Conde en televisión y en acontecimientos públicos es un ejercicio social, cultural y democrático descorazonador. Tanto como la victoria de los políticos valencianos en las últimas municipales. Dadas las circunstancias no sería extraño que regresase a la política (en 2000 se presentó a las elecciones generales y obtuvo la friolera de 23.576 votos) para poner su experiencia como gestor al servicio del Partido Popular. ¡Podría ser el empujoncito que le falta a Rajoy para llegar a Moncloa! Total, entre tanto imputado, un condenado más o menos a quién le iba a importar, salvo a los que se asquean porque la España más chusca y nefanda no haya desaparecido del mapa.

Y aún nos atrevemos a criticar a los italianos por tener al frente del gobierno a un impresentable, cuando especímenes de igual calaña abundan por estos lares en abundancia...

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