miércoles, 8 de junio de 2011

COCINA



Emulsionar los sabores
y sacudir a caricia de cocina
el hambre bien entendida
en un don prodigioso
que deslumbra
a las glándulas salivares.
Estrujar las ansiedades
poner al fuego los sueños
que nos empujan
al compromiso del mundo mejor
ya quebrado en otros ámbitos.
Entreverar la ilusión
con especias y aliños
darle un suave toque
de paciencia a los ingredientes
y comerse el futuro despacito,
masticando bien el pretérito
y sus víctimas
paladeando el Presente,
saborear la victoria de ser
a la vez vivos e inocentes,
ternura y compromiso
siesta y resplandor,
los que somos y lo que vendrá.

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