PÁJARO

Me pregunto

por qué cantas, pájaro.

Acaso lo que nosotros

llamamos cantar

sea tu llanto,

que derrama lamentos

tras las rejas de la celda.

La tristeza también

puede ser bella,

dijo alguien que

probablemente

jamás la ha conocido.

Es posible que eso sea

lo que yo también sienta

al escucharte

contra la cárcel de mi pecho.

Sé que estás preso

y debe ser terrible

sentir el aire de la libertad

siempre tan cerca

y no poder tocarlo

con tus alas,

ojalá te sirva de consuelo

saber que todos

de alguna manera somos reos

de nosotros mismos

desde el mismo momento

en que nos condenamos

a una vida que no queremos.