jueves, 5 de mayo de 2011

ÉPOCA DE MUERTE



Nos ha tocado vivir una época
en la que hemos caído tan bajo
que parece que matamos por placer,
pues todo el que empuña un arma
o hace explosionar una bomba
tiene un discurso que explica
la irracionalidad de su acción
y una cohorte de admiradores
que celebran sus atrocidades
como si de una fiesta se tratara.
Vivimos en una etapa histórica
en que las obsesiones destruyen
demasiadas vidas,
y el fanatismo sigue siendo
una carga muy pesada
para avanzar por caminos
de la tolerancia y el respeto.
Vivimos en un periodo
en el que traicionar y matar,
es un buen motivo para los héroes,
y los que no celebran la barbarie
pueden ser marcados con el estigma
de la traición y la sospecha.
Vivimos una era de vergüenza
en la que los que mueven
los hilos del mundo contribuyen
con sus desvaríos aberrantes
a que los vivos celebren
el podrido silencio de los muertos
y en la que demasiada gente
hace del silencio complicidad
con la maldición en que vivimos.
Vivimos tiempos de infamia
en los que el ‘ojo por ojo...’
y el ‘a quién a hierro mata...’
siguen teniendo plena vigencia,
pues el verdugo hace su trabajo
bajo cualquier pretexto
que luego llamarán derecho,
libertad, causa o justicia,
porque el que mata a un hombre
asesina también las ideas.

1 comentario:

Lanzarote dijo...

Soy solidario quon lo que piensas .Amistades affectuosas